En el año 1939 con el final de la guerra civil española, hubo una persona que a pesar de sus 84 años guarda algunos recuerdos, no puede evitar llorar mientras me relata hechos de su pasado. Ese año vivían en Almensilla un pueblo que pertenece a la provincia de Andalucía, su padre hacía poco que había regresado del frente, lo reclutaron los nacionalistas al comienzo de la guerra.
Eran malos tiempos los de la postguerra, su padre cuando regreso no quería trabajar, quiero pensar que debido a todos las muertes que vio con sus ojos, su conciencia no le permitía ser un padre de familia, la madre de la niña trabajaba en todo lo que le salía con tal que sus hijos tuvieran que comer. Estuvieron viviendo en una cuadra de caballos es más uno de sus hermanos paso desde su nacimiento varios meses en un pesebre, su padre no solo no trabajaba, sino que además exigía que su mujer le diera el poco dinero que ganaba, cuando su padre no conseguía lo que quería esta niña fue presente de como su padre le pegaba a su madre.
Recuerda detalles como los de ir a vendimiar con solo doce años y ver como uno de sus hermanos se comía las uvas caídas de las viñas en la tierra del hambre que pasaban, me relata que el único pan que comían muy de vez en cuando era duro, hechos que me han impactado de su testimonio que se esforzó por contarme fue por ejemplo cuando a ella con menos de un año de edad su padre la quiso vender a un matrimonio y como su madre lo impidió escapándose del pueblo con sus hijos.
Otro relato que me impacto ha sido el de cuando su madre por no poder alimentarlos tuvo que dejar a dos de sus hijos en un orfanato temporalmente, me detalla como fue la primera vez que fue a visitarlos y rompe a llorar por él solo echo del recuerdo, esta niña fue mi madre a la que hoy la he entrevistado, porqué quería saber más de mis antepasados. Después, de lo que he escuchado y ver en primera persona la vida que tuvo en esa época, me queda, por un lado, dolor, por otro tengo curiosidad por saber más de mi madre, yo pensé que había sufrido mucho durante mi infancia con lo que yo viví, ahora me doy cuenta de que ella sufrió de niña y sufrió de adulta como relato en mi primer libro "LA VIDA QUE VIVÍ".
Siento admiración más si cabe por mi abuela y mi madre, ahora sé de donde viene mi fortaleza, decepción por mi abuelo que aunque yo lo conocí de pequeño y tengo pocos recuerdos de él. Pero, lo tenía como un hombre ejemplar y estaba equivocado, de mi abuela tengo muchos recuerdos bonitos, era amiga, abuela y nunca imaginé que al preguntar por el pasado de mi madre hubiera sufrido tanto, me ha relatado hechos que los publicaré y que mi abuela vivió al comienzo de la guerra, pero son episodios tan fuertes que primero prefiero analizar toda la información que tengo.
Por Fran Marquez